La Importancia de llamarse: "Dulce Noelia".

viernes, junio 23, 2006

Casualidades…Causalidades…y Destino…






Casualidades…Causalidades…y Destino…


El común de la gente se refiere a ellas como un hecho usual, como algo que suele suceder con frecuencia sin notar que puede llegar a ser el detonante de algo increíble, de algo totalmente inesperado, sorprendente, mágico…

Ella estaba en su casa repentinamente se corta la luz. Era el día del padre y en una hora y media llegarían los comensales. Difícilmente un electricista quisiera acercarse, mas aun teniendo en cuenta el horario: 20.00 Hs. Creyó que el problema podía deberse a una falla en los cables exteriores a la casa, algo que en teoría compete solucionar a los proveedores del servicio de electricidad. Siguiendo su premonición llama a la empresa. Estos se comprometen en enviar una cuadrilla en un plazo máximo de dos horas. Si eso fuese así para las 22.00 ya tendría electricidad, pero no podía recibir a la gente a oscuras…

Decidió cambiar el lugar de encuentro y cito a la familia en un restaurante destacado, se dirigió al lugar, y ceno en familia.

Al regresar el problema continuaba, y cero que esa fue la razón de su decisión: salir a tomar algo. Pese a que la noche no estaba muy linda y lloviznaba, nada la freno (era su ultimo fin de semana ya que al siguiente debería encerrarse para preparar un parcial).

Llamo un remis y valla!!!: 50 min., de demora. Era su remisoria de confianza pero eso no era justificativo para perder semejante tiempo…

Se dice que a la edad de veinte años 1 Hs es demasiado tiempo para perder y demasiado poco tiempo para disfrutar. Que lo malo debe sucederse como un destello y lo bueno tiene que prolongarse indefinidamente…

Creyó que caminando llegaría mas rápido…no le importo su resfrió, solo pensó que en caminar veinte cuadras no le llevaría mas de 25, o 30 Min. Pero jamás se pregunto si llegaría a destino…

Así como no se pregunto eso, tampoco se pregunto salir en un día en el que se había (por así decirlo) levantado con el pie izquierdo y todos los acontecimientos del día se habían sucedido de una manera tan inesperada…

Todas aquellas cosas que dejo de plantearse se produjeron de una manera tan natural que no tubo tiempo de analizarlas sumado a eso que era una persona que en ningún momento creyó en las casualidades, sino mas bien en que el destino de cada uno esta escrito y que lo que nos pasa indefectiblemente nos tubo que suceder y contra eso no se puede hacer nada…

O bien, prefería tomarse las cosas pensando que todo en la vida tiene su razón de ser. Que los hechos no se suceden porque si, sino que en todos ellos hay una relación de causa efecto y que los resultados de estas relaciones los tenemos frente a nuestros ojos… Y no se deben a otra cosa que nuestros propios actos.